Voy a intentar afrontar este debate, plagado de exageraciones y catastrofismos, de una manera seria, recopilando opiniones de diversos puntos de vista, pero siempre que estén bien fundadas. Con esta entrada comienzo una serie de posts acerca de la relación entre la radiación electromagnética que utilizamos para comunicarnos y nuestra propia salud.
Y quiero comenzar hablando de un científico británico que ha trabajado en el uso de emisiones microondas para la inteligencia militar durante más de una década y que ha decidido ahora dedicar su vida a denunciar públicamente sus peligros ante la pasividad de los gobiernos que intentan ocultar sus supuestos efectos negativos.
En dicha conversación asegura que los teléfonos móviles, teléfonos inalámbricos, tecnología Wi-Fi y cualquier dispositivo que emita microondas, tienen una capacidad especial para interferir con el agua (así es como funciona los hornos microondas) y nosotros somos en un 80% agua. Todas nuestras señales químicas y eléctricas requieren agua en el organismo. Según este científico la industria de telefonía móvil ha elegido la peor opción posible del espectro electromagnético, porque daña a los adultos pero muy especialmente a los niños. Las antenas de telefonía móvil que se hallen en escuelas, fábricas, casas y oficinas, afectan de forma grave la salud de las personas. Trower compiló una lista de 40 frecuencias y los cerca de sesenta efectos que las mismas provocan.
Los datos han sido analizados responsablemente por algunos países. Francia y Alemania están retirando las conexiones Wi-Fi de todos los colegios e institutos. Francia ha destinado 174 millones de euros a reemplazar la Wi-Fi por fibra óptica o cableado corriente. Los niños, cuanto más pequeños son, más microondas absorben. También señala que ningún transmisor de telefonía móvil debe estar a menos de kilómetro y medio de una escuela, fábrica, viviendo u oficina.
La asociación de consumidores FACUA también denuncia el uso de teléfonos móviles por parte de niños y adolescentes, así como los productos que lanzan compañías como Telefónica para aprovechar este mercado.
En definitiva sí que hay informaciones que advierten de los peligros de las redes inalámbricas que son tomados en cuenta por las administraciones, a pesar de los esfuerzos que hacen éstas en rechazar la relación entre radiacion electromagnética y salud. ¿Conoces más casos?
Firma: Nacho Millán.